Una mirada multicolor a la Educación Positiva

Una mirada multicolor a la Educación Positiva 815 815 Admin


Una mirada multicolor a la Educación Positiva

Una mirada multicolor a la Educación Positiva

La mayoría de las personas han tenido la posibilidad de ver la vida a través de un caleidoscopio, se ve diferente, todo cambia, los objetos son de distintos colores y es una experiencia maravillosa. Si aún no la ha vivido, lo invito a que construya Ud. mismo un caleidoscopio y tal como lo observamos en esta imagen[i], disfrute mirando y valorando todo lo que está a su alrededor para que su mente se expanda e inicie un cambio profundo.

El disfrutar de esta experiencia es similar cuando se pasa de la educación tradicional a la Educación Positiva. Implica un giro de paradigma, dejar de lado el sesgo de la negatividad que conduce a hallar en los otros defectos, a juzgar, a criticar y a resaltar lo que hizo mal. Es pasar, como lo señala Barbara Fredrickson (2021)[i] a la resonancia de la positividad, en la cual las ondas y las vibraciones fluyen de manera distinta. Es desfilar a tener una mirada apreciativa, centrarnos en lo bueno que tiene la otra persona, reconocer sus fortalezas, desearle lo mejor, ser amables, generosos, cálidos, para de esta manera ir tejiendo una sociedad cordial y amigable. Es estimar lo que nos rodea, la naturaleza[ii], el aire, la familia, los hijos, las hijas, los amigos, todo esto es en conjunto lo que le da sentido a la existencia, la transforma y la pinta de múltiples colores.

La Educación Positiva es una expresión dada por Martin Seligman (2009) para referirse a usar la ciencia de la Psicología Positiva con el propósito de optimizar el bienestar de estudiantes y educadores. Se fundamenta en la proposición de que una buena escuela, además de promover el desempeño académico en sus estudiantes, también valore la empatía, las emociones positivas, la resiliencia, como los dominios que contribuyen a su florecimiento -crecimiento- personal y transcienda las fronteras de la escuela al barrio, a la localidad y en general a la ciudad.

Somos alpinistas de la vida, para escalar y avanzar, la educación positiva nos brinda herramientas para vivir en modo vital, amando la vida, apasionados por lo que hacemos, con una actitud proactiva, apoyando y colaborando a quien lo necesite y también compartiendo y aceptando las adversidades como propias a la humanidad y como peldaños de aprendizajes y sabiduría.

Por eso los beneficios generados en las comunidades educativas implican incremento en la salud emocional y física, mejora el clima escolar, fomenta la resiliencia, niños y niñas que aprecian y cultivan relaciones positivas. Se crean ambientes protectores contra situaciones como el matoneo escolar y la agresión. Los y las estudiantes aprenden a valorar la vida, la familia y el entorno. Se construye una energía que dinamiza el buen trato y el derecho a desplegar una vida plena y próspera para todos y todas. Por todo esto vale la pena apostarle desde una mirada multicolor a implementar la Educación positiva desde las aulas hasta los hogares esparciendo una cultura positiva y floreciente.

Olga Lucía Rodríguez P.

Florecer con Educación Positiva

[i] Fredrickson, B. (2021). El amor 2.0. Editorial Océano