La Educación Preescolar y su Impacto en el Desarrollo de Infantil

La Educación Preescolar y su Impacto en el Desarrollo de Infantil 700 273 Admin

¿Sabía usted por qué es importante la educación en la primera infancia?

El propósito del presente artículo está centrado en reflexionar desde una postura crítica, la importancia de la Educación Inicial a partir de la mediación de los procesos cognitivos para el desarrollo humano integral.

Quiero resaltar que NO soy una experta en neurociencia, sin embargo, mi experiencia como enfermera, docente y ahora directora de mi jardín, así como la investigación y la lectura sobre la primera infancia, me han permitido hacer este artículo en donde quiero resaltar los aportes científicos para aplicarlos a nuestra realidad diaria con la infancia generando lo que podríamos llamar neuroeducación en educación infantil y su importancia.

Uno de los grandes retos de la Educación Preescolar denominada hoy Educación Inicial o Educación en la primera infancia, es optimizar el proceso de formación y desarrollo de los niños y niñas de 0 a 6 años, procurando que sus docentes sean mediadores entre el mundo y estos. Tiene sus inicios en una función de custodia y cuidado en donde no existía una intencionalidad educativa como tal. Con el paso del tiempo, se incrementó su cobertura y tomó auge convirtiéndose la educación inicial en el motor del desarrollo infantil.

La importancia del nivel Inicial se refleja en su influencia en el desarrollo infantil; por ello la necesidad de aprovechar al máximo las potencialidades de los niños en estas primeras edades. León (1995) afirma que tanto la fisiología como las ciencias de la salud, la sociología, la psicología y la educación han evidenciado la importancia de los primeros años de vida, no solo para el desarrollo de la inteligencia, sino para el adecua do desarrollo cognitivo, psicomotor, moral, sexual y social de las personas, así como el desarrollo del lenguaje.

La primera infancia es una etapa importante para el desarrollo del ser humano pues las experiencias vividas en está, perfilan la arquitectura del cerebro y diseñan el comportamiento futuro ya que en ella se encuentran los pilares para los aprendizajes posteriores; el crecimiento y desarrollo cerebral, resultantes de la sinergia entre un código genético y las experiencias de interacción con el ambiente, van a permitir un incomparable aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales, emocionales, cognitivas, sensoperceptivas y motoras, que serán la base para toda la  toda una vida.

Los estudios realizados en Neurociencias (ciencias que estudian al sistema nervioso y al cerebro), en especial aquellas investigaciones relacionadas al proceso de desarrollo cerebral, nos muestran que la educación en esta etapa de la primera infancia desempeña un papel protagónico en la estructuración y funcionalidad del sistema nervioso y cerebro. Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo del ser humano debido a que, en esta etapa, el cerebro experimenta grandes cambios: crece, se desarrolla y pasa por periodos sensibles para algunos aprendizajes, por lo que requiere de un entorno con experiencias significativas, estímulos multisensoriales, recursos físicos adecuados; pero, principalmente, necesita de un entorno potenciado por el cuidado, la responsabilidad y el afecto de un adulto comprometido, como lo son nuestras docentes.

Durante los primeros años de vida se produce la mayor parte del desarrollo de las células neuronales, y la estructuración de las conexiones nerviosas en el cerebro; este proceso depende de diversos factores tales como: la nutrición y salud; no obstante, también influye en gran medida la calidad de las interacciones con el ambiente y la riqueza y variedad de estímulos disponibles.

Un momento crítico para dar forma a la productividad es desde el nacimiento hasta la edad de cinco, cuando el cerebro se desarrolla rápidamente para construir la base de habilidades cognitivas y de carácter necesarias para el éxito en escuela, salud, carrera y vida.  La Educación de la primera infancia fomenta las habilidades cognitivas junto con la atención, la motivación, autocontrol y sociabilidad: las habilidades del carácter que conocimiento en know-how y personas en productivo

Las investigaciones demuestran que el entorno inicial de los niños causa un impacto trascendental sobre el modo en que su cerebro se desarrolla. Un bebé nace con miles de millones de células cerebrales que representan el potencial de toda su vida; sin embargo, para desarrollarse, estas células necesitan conectarse entre sí. Cuanto más estimulante sea el ambiente primario, más conexiones positivas se forman en el cerebro y mejor es el progreso del niño o niña en todos los aspectos de su vida, en términos de desarrollo físico, emocional y social, así como su capacidad para expresarse y adquirir conocimientos.

Sabemos qué tipo de entornos promueven la salud y el desarrollo en la primera infancia. Si bien la nutrición y el crecimiento físico son fundamentales, los niños pequeños también necesitan pasar el tiempo en un ambiente afectivo y receptivo que los proteja de la desaprobación inadecuada y el castigo. La atención integral a la primera infancia se desarrolla en los entornos hogar y educativo respectivamente: la primera, a cargo de la familia o quienes cumplen su rol, y la segunda, a cargo de maestras, maestros y agentes educativos.

En el entorno hogar se cuida y cría a las niñas y los niños, pero no se realiza la educación inicial, ya que si bien su acción hacia ellas y ellos —intencional o no— se realiza con una carga afectiva importante, a través de la cual se enseñan, transmiten e incorporan los principales valores, hábitos, formas de ver y de vivir.

Pese a todos los argumentos presentados, sabemos que no es suficiente el grado de sensibilización e información sobre la atención y educación de la primera infancia, que tenemos hoy en día, sin embargo, quiero resaltar que estos principios son los que priman en nuestro jardín. Termino este breve resumen sobre la importancia de la educación inicial, citando al profesor Heckman Catedrático de Economía de la Universidad de Chicago, premio Nobel de Economía y experto en economía del desarrollo humano quien sostiene que la mejor manera de reducir los déficits es invertir en un desarrollo infantil de calidad para los niños.

“Las intervenciones de alta calidad en la primera infancia tienen efectos duraderos en el aprendizaje y la motivación.” – James J. Heckman

“El aprendizaje comienza en la infancia, mucho antes de que empiece la educación formal, y continúa durante toda la vida. El aprendizaje temprano engendra el aprendizaje posterior y el éxito temprano genera el éxito posterior, tal como el fracaso temprano genera el fracaso posterior.” – James J. Heckman